La mano del invierno
Una aparente inocencia blanca extendida. El sol no termina de calentar la frialdad sembrada.
Tiembla mi sangre entre el cielo y la tierra
confabulados con una temperatura omisa.
Idas las sonrisas de las flores amarillas,
Los árboles desnudos sueñan el verdor.
Silencio de meses sin ecos de caricias de mar,
tatuajes de rayos encendidos,
estrellas de corazón abierto.
En el invierno, los pies se hunden
en la depresión de la nieve.
Vivo recuerdos e ilusiones,
besos, abrazos, amores fogosos,
mientras resguardo mi cuerpo
de aires que lastiman la piel
con amenazas de hielo.
Velo nupcial de montañas,
bajo cero, vientos de copos fríos y de sombras,
Ya no esquío en sus palmas resbaladizas.
Denver, 26 de Noviembre de 2019.
© Luis Alberto Ambroggio (del poemario Album de latidos, 2020).