Leyenda de Dryope
Dicen que cada árbol es una diosa escondida
y que gotas de sangre brotan
cuando le arrancan sus flores.
Dicen que cada árbol es una ninfa que sufre,
con el capricho de un desgajo,
heridas de amor.
Dicen que cada árbol es una madre con pies de raíces
para el niño que juega bajo
su sombra triste.
Dicen que estas diosas,
madres que el niño abraza en su gozo,
se enternecen con los llantos y crecen.
Dicen que la muerte se ha quedado sin árboles;
que las lágrimas ya no son fértiles;
que las mitologías han sido quemadas;
que las madres no son diosas
y que los niños ya sueñan sin bosques.
© Luis Alberto Ambroggio (del poemario Los habitantes del poeta, 1997).