Te encuentro en la Maja de Goya
El alba desviste la noche
y tu canvas me regala vida.
Celebro mi liturgia en tu altar desnudo
hasta dibujar tu cuerpo
en la tela de mi piel y de mi mente.
Con las sombras se crean las figuras,
los pintores pintan.
Yo, cantor de la penumbra, me ilumino
extrayendo los pezones de tu espuma,
pintando el grito de nuestros dos colores
en una misma sílaba.
Me ilusionaría en algún momento
darte vuelta para recorrer tu espalda,
con inquisición de lujuria,
que explore tus acantilados tibios
la exquisitez de los contornos
tu oculto domicilio.
Querría luego ver los destellos
de cielo y agua en tus ojos oscuros
y gozar sin secretos el color de tu alma:
pero, Maja, dime: ¿es de noche o es de día,
es de oro, o es de fuego?
Museo del Prado
© Luis Alberto Ambroggio (del poemario La desnudez del asombro, 2008).